Seguridad Social: La Seguridad Social ha confirmado una medida que busca brindar tranquilidad a miles de trabajadores que han cotizado menos de 25 años y que temían no alcanzar una pensión suficiente al llegar la jubilación. La reforma nace como respuesta a una realidad cada vez más común: carreras laborales inestables, desempleo prolongado, contratos temporales o periodos sin cotización que dificultan cumplir con los requisitos tradicionales del sistema. Con esta medida, se pretende asegurar que más personas puedan acceder a una pensión digna y no queden desprotegidas en su etapa final de vida laboral.
Por qué surge esta nueva medida de protección
Durante los últimos años, el mercado laboral ha experimentado cambios profundos que han afectado las trayectorias profesionales. Muchos trabajadores han alternado temporadas de empleo con periodos de inactividad o trabajos no registrados, lo que ha reducido su número total de años cotizados. Esto llevó a un aumento de casos en los que las personas se encontraban en riesgo de no cumplir el mínimo para obtener una pensión contributiva o temían recibir una prestación demasiado baja.
La nueva medida busca evitar que estas situaciones se traduzcan en un problema social mayor. La Seguridad Social reconoce que la realidad laboral actual es mucho más diversa que hace décadas y que el sistema debe adaptarse para garantizar protección a quienes tuvieron carreras más fragmentadas.
En qué consiste exactamente la medida
La reforma introduce la posibilidad de mejorar la base reguladora de la pensión a través de un mecanismo que permite descartar ciertos años de baja cotización. El objetivo es evitar que periodos especialmente precarios afecten de forma desproporcionada el cálculo final de la pensión.
Este sistema funciona mediante la exclusión de los años con bases más bajas, lo que permite que el promedio resultante se acerque más a los años de mayor estabilidad laboral. A su vez, aquellos que no llegan a los 25 años de cotización pueden beneficiarse de reglas más flexibles que permiten completar el mínimo exigido mediante complementos o cotizaciones asimiladas.
Esta medida es especialmente relevante para quienes han tenido interrupciones laborales por desempleo prolongado, cuidado de familiares, problemas de salud o trabajo eventual.
Quiénes pueden beneficiarse en 2025
La medida está dirigida a trabajadores que no alcanzan los 25 años cotizados, pero también afecta positivamente a quienes superan ligeramente esa cifra y arrastran periodos de cotización muy bajos. La Seguridad Social evalúa caso por caso para determinar qué años pueden ser excluidos del cálculo o qué mecanismos complementarios pueden aplicarse.
Pueden beneficiarse:
Personas con menos de 25 años de cotización que temen no llegar al mínimo necesario.
Trabajadores con muchos años cotizados a bases muy bajas en ciertos periodos.
Personas con carrera laboral irregular debido a trabajos temporales o discontinuos.
Empleados que tuvieron que interrumpir su vida laboral por motivos familiares o personales.
Personas que han combinado empleo formal con periodos sin cotización.
La medida también facilita que quienes han trabajado mayoritariamente en sectores precarios tengan la oportunidad de mejorar significativamente su pensión.
Cómo se calcula la pensión con la nueva medida
La clave de la reforma está en cómo se computan los años de cotización y cuáles se toman en cuenta. La Seguridad Social permite que determinados años con bases excesivamente bajas sean descartados mediante un mecanismo de exclusión. Esto mejora el promedio de las bases reguladoras y, con ello, el importe final de la pensión.
Además, para quienes no alcanzan el mínimo de cotización, se habilitan vías complementarias que pueden incluir:
Cotizaciones ficticias por periodos de cuidado de hijos o familiares.
Reconocimiento de lagunas de cotización.
Regularización de aportes realizados en regímenes especiales.
Integración mínima de bases cuando existen meses sin cotizar.
Aplicación de complementos para reducir la brecha entre lo cotizado y lo exigido.
De esta manera, incluso quienes han trabajado menos de 25 años pueden acceder a una pensión contributiva, siempre que cumplan los criterios establecidos.
Impacto en la pensión contributiva
Uno de los beneficios más importantes de esta medida es que evita que las pensiones queden en niveles mínimos debido a bases históricas muy bajas. Muchos trabajadores cerca de la jubilación manifestaban preocupación por terminar con una pensión insuficiente. La exclusión de periodos precarios y la posibilidad de integrar bases permite que el cálculo final sea más justo y equilibrado.
El impacto se refleja especialmente en personas con carreras laborales discontinuas, quienes podrían ver su pensión aumentada gracias al nuevo sistema de integración y exclusión de bases. Incluso aquellos que creían que solo podrían acceder a una pensión no contributiva ahora tendrán la posibilidad de cotizar o regularizar ampliamente su situación para optar por una contributiva.
Cómo solicitar la aplicación de la medida
En la mayoría de los casos, el proceso se aplica de forma automática en el momento en que una persona inicia el trámite de jubilación. No obstante, la Seguridad Social recomienda revisar la vida laboral y verificar si existen periodos susceptibles de exclusión o integración.
Los pasos suelen incluir:
Solicitar el informe de vida laboral actualizado.
Revisar las bases de cotización de cada año.
Presentar documentación sobre periodos sin cotización por cuidado de familiares, desempleo o situaciones especiales.
Iniciar el trámite de jubilación indicando la solicitud de aplicación de la nueva medida.
Esperar la resolución, donde se detalla el cálculo final y las mejoras aplicadas.
En caso de dudas, se puede acudir a una oficina de atención presencial o utilizar los canales digitales del organismo.
Qué se espera a futuro con esta reforma
La medida forma parte de un esfuerzo más amplio para modernizar el sistema de pensiones. Los próximos años podrían incluir nuevas opciones de cotización flexible, mecanismos de integración laboral más amplios y sistemas automatizados para detectar periodos infracotizados sin necesidad de solicitud expresa.
El objetivo es que el sistema sea más inclusivo y responda mejor a las nuevas realidades laborales.
